Hoy vuelvo con un nuevo artículo sobre monasterios, pero esta vez se trata de monasterios en el condado de Vrancea. Se trata de un monasterio de las montañas de Vrancea, más precisamente de la zona de Lepșa, una de las zonas turísticas más famosas del condado. El monasterio de Lepșa se encuentra a orillas del río Putna, en la comuna de Tulnici, a una distancia de 72 kilómetros de Focșani (la residencia del condado de Vrancea).
El Monasterio de Lepșa se fundó por primera vez en 1774. En 1929 la iglesia de madera y todos los edificios de toda la ermita fueron destruidos en un incendio. En ese incendio, el icono de San Nicolás escapó milagrosamente, considerado un hacedor de milagros.
El Monasterio de Lepsa fue reconstruido entre 1930-1936 y se benefició de una valiosa donación, un icono pintado en 1584, que encarna al Salvador y a la Virgen María, procedentes de Jerusalén.
Como muchos monasterios, en 1959 fue cerrado por los comunistas, las monjas fueron expulsadas y el lugar de culto fue cerrado. Reingresó al circuito en 1990.
En el centro del patio se encuentra la antigua iglesia, dedicada a la Natividad de la Madre de Dios, construida en madera. En 2012, la segunda iglesia del monasterio fue consagrada y recibió a los santos patrones "La Fuente Curativa" y "Los Santos Arcángeles Miguel y Gabriel".
Para mi vergüenza, no sabía nada de este monasterio, que, como puedes ver, es un tesoro escondido en las montañas. Quien me hizo descubrirlo fue Cosmin Petre, un amigo y bloguero. Junto con mi familia y otros parientes decidimos ir a Lepșa y sus alrededores, pero el plan cambió radicalmente cuando vimos el cartel que apuntaba a la derecha hacia el monasterio.
Después de caminar alrededor de un kilómetro desde ese letrero hasta el monasterio, tuvimos que subir unos escalones, por un callejón de asfalto bordeado por abetos a ambos lados hasta llegar al campanario. Cuando entras en el patio del monasterio te encuentras con otro mundo, mucha paz, verdor, flores.
Rápidamente tomé algunas fotos y luego fui a la iglesia. Nos impresionó la forma en que cantaban las monjas y nos mantuvimos tranquilos hasta el final del servicio. Escuché a turistas decir que nunca se habían encontrado con algo así.
Después de que terminó la misa de la iglesia, salí al patio y decidí hacer algunas cuadernas más, sentí que tenía que llevarme ese rincón del cielo conmigo. Desafortunadamente para mí, las nubes habían cubierto el cielo y las fotos no salieron como yo quería.
Puedes tomar un máximo de 500 caracteres de este artículo, la condición es especificar e insertar visiblemente el enlace del artículo.
Comentarios
Publicar un comentario